El legado del duque de Edimburgo originario de la familia real griega (que al parecer no sabía hablar griego), no tributará impuesto alguno, así como la gran parte de los regalos recibidos en su largo consorte reinado, unos cuantos miles cuya valoración requeriría de la colaboración de sesudos contables. Este señor cobraba 400.000 euros al año, más lo que le daba la reina por ser duque de Lancaster (por lo visto tenía pluriempleo). Cuando llegó a la casa real su salario era de unas 10 libras al mes. Con aquel estipendio, la criatura logró ahorrar unos 13 millones de euros, que heredará la reina Isabel, y no tendrá que tributar nada al fisco. Vamos como el emérito en españa pero en plan legal. Mientras la gente de buena fe poniéndoles velas en la puerta del palacio de Westminster y pagando sus impuestos de sucesiones al 40% religiosamente…es lo que hay, pan y circo. En fín, descanse en paz. Según la presidenta de la comunidad de madrid I.Ayuso los reco...