| El infierno del gasto público |
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| Viviendo a lo loco, viviendo libre Ticket para un solo trayecto No pido nada, dejadme vivir Mientras me llevo todo por delante AC/DC – Highway to hell Seguro que alguna vez ha visto uno de esos vídeos en los que se reivindica la marca España. El otro día vi uno que al parecer ha elaborado la Embajada de Australia en España y lo cierto es que me sorprendió la repercusión que tuvo en las redes sociales, con miles de personas compartiendo el vídeo. Mucha gente saca pecho ante el hecho de que España sea el país con mayor energía solar instalada o con la mayor densidad de transporte de alta velocidad, como si tener placas solares imposibles de amortizar si no es con miles de millones en subvenciones, o líneas de alta velocidad que se dirigen, literalmente, a ninguna parte fuera algo positivo. Enorgullecerse de España por esto viene a ser algo parecido al gol de Iniesta a Holanda, pero en versión de falso progreso económico. En realidad, fardar de que en España nos hayamos gastado cientos de miles de millones de euros en infraestructuras a menudo completamente inútiles e inviables, es como fardar de los millones de casas vacías que hay en nuestro país. Y es que prácticamente todo el mundo conoce el auge y caída de la burbuja inmobiliaria, pero no tantas personas están familiarizadas con la burbuja de las infraestructuras, alimentada por los políticos españoles de cualquier signo e ideología. Aeropuertos vacíos, autopistas quebradas y túneles a ninguna parte. Túneles como el que debía conectar a España y Francia con una línea de alta velocidad y que, de acuerdo a la resolución adoptada en la junta general de accionistas de la sociedad encargada de su construcción y explotación celebrada el jueves de la semana pasada, está abocado a la liquidación. Y así, haciendo poco ruido, es cómo se evaporan 600 millones de inversión pública en una ocurrencia que solo pudo suceder cuando en España los huertos más rentables eran los huertos solares. A juzgar por los abundantes chascos y desmanes relacionados con la construcción de obra pública, pensará que desde que estalló la crisis el Estado se ha apretado el cinturón y ha reducido su nivel de gasto como han hecho millones de empresas y familias en España. No es así. Si se fija en el siguiente gráfico, durante los años en los que se alimentaron las burbujas tanto inmobiliaria como de obra pública, el gasto público anual se incrementó de los 20.000 millones de euros en 1996 a 55.850 millones de euros en 2009. Pero lo más llamativo es que en la actualidad, a pesar de los famosos "recortes" a los que tan a menudo recurren los partidos de la oposición, el gasto público en España hoy ronda los 53.200 millones de euros. Prácticamente tanto como en los días de histeria derrochadora en los que Zapatero se sacaba de la chistera Planes E y demás ocurrencias que terminaron siendo nefastas para la economía. El mito de los recortes es un "bluf" gigantesco. Solo hay que mirar a las cifras para apreciar que en España el gasto público sigue siendo tan elevado como antes de la crisis, cuando alegremente construíamos túneles, autopistas y líneas de alta velocidad a ninguna parte. Como dice la célebre canción de AC/DC Highway to hell (autopista al infierno), hemos vivido a lo loco llevándonos todo por delante en una autopista -probablemente quebrada si se construyó durante los años de la burbuja- directa a nuestro infierno particular: una crisis que ha arrasado con millones de empresas y puestos de trabajo alimentada por los desmanes del sector público que, aún hoy, continúan. Un cordial saludo, Alberto Redondo Editor Inversor Global España |
El Barça ha hecho de la necesidad virtud, la crisis económica ha llevado a que unos críos saquen al Barça de una situación deportiva humillante y de paso a la selección española a una nueva posibilidad de éxitos, creo que no hace falta ser barcelonista, sino un buen deportista, para llegar a esa conclusión. Acaben como acaben la temporada estos jóvenes casi recién llegados a primera línea, ya es un éxito...y si vienen otros títulos aparte del ya conseguido, pues eso…a nadie le puede amargar un dulce. Salutacions Toni bao Llarga vida i prosperitat.
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